¿Qué es el piso pélvico y por qué es tan importante?

El piso pélvico es mucho más que un conjunto de músculos. Imagínalo como una hamaca firme y resistente que sostiene desde abajo todos tus órganos pélvicos, como la vejiga, el útero y el recto. Compuesto por tres capas de músculos, este sistema está en acción constante, manteniéndonos en control, evitando que tengamos escapes involuntarios de orina o heces a lo largo del día. Es un grupo de músculos de sostén, lo que significa que trabajan durante todo el día, por lo mismo, no se trata de estar contrayendo todo el día: lo importante es un tratamiento adecuado y bien dirigido para que funcionen de manera óptima.

Tanto hombres como mujeres tienen un piso pélvico, y sus funciones son cruciales:

• Sostén de los órganos internos: Mantiene en su lugar las vísceras pélvicas, como la vejiga, el útero (en el caso de las mujeres) y el recto.
• Continencia: Permite controlar los esfínteres, evitando escapes involuntarios y asegurando que podamos ir al baño cuando decidamos.
• Gestión de la presión interna: Ayuda a distribuir las presiones dentro de la cavidad abdominal, evitando que se “abombe” como un globo. Por ejemplo, cuando levantamos un peso, un piso pélvico fuerte previene la sensación de que todo “se cae” o los temidos escapes de orina.
• Estabilidad y soporte: Trabaja junto con otros músculos para mantener la estabilidad de la zona lumbar y pélvica, lo que puede influir en problemas como el dolor de espalda baja, pubalgia o diástasis abdominal.
• Función sexual: Un piso pélvico sano contribuye a una respuesta sexual placentera y sin dolor.

Función obstétrica: En las mujeres, es clave durante el embarazo y el parto, ayudando en la fase del expulsivo para un parto eficiente y seguro.

¿Por qué es importante mantener un piso pélvico saludable?

Un piso pélvico fuerte y bien cuidado te permite:

• Correr, saltar, bailar o reír sin preocuparte por escapes accidentales.
• Moverte con libertad y sin molestias en la zona lumbar o pélvica.
• Disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin dolor.
• Tener control total sobre cuándo ir al baño.
• Evacuar sin esfuerzo ni dolor.

Mantener tu piso pélvico en buen estado es la clave para una vida activa, plena y libre de incomodidades. ¿Te animas a cuidarlo mejor?